Me dijo su destino, no muy lejos de allí, así que el recorrido fue corto. Al llegar le digo:
-Son 6000 pesos señorita.
Ella se queda callada, me mira inocentemente y me dice:
- Señor, no tengo nada, nadita de dinero. Pero podemos arreglarlo, si quiere toque todo mi cuerpo, escudriñe todo lo que pueda y lo que encuentre es suyo, para que lo disfrute (mira hacia su falda, más exactamente sus piernas)
Yo accedí a aquella forma de pago y empecé a tocar todo su cuerpo de forma suave y delicada, ella procedió a hacer gestos de placer hasta que... Encontré una cadena en uno de sus tobillos, con eso se saldaba la carrera.
- Listo, ya encontré algo, ahora si se puede bajar. Qué tenga buena noche.